Mucho se ha hablado del Antropoceno, un término utilizado para designar una medida en el tiempo geológico y que hace alusión a la huella que la humanidad ha dejado en la Tierra impactando profunda y permanentemente el planeta y su biodiversidad. Punto de Inflexión amplifica la voz de quince artistas participantes del colectivo The Ant Project que a través de sus propuestas abren espacios de reflexión y consciencia sobre la creciente marca humana que ha llevado a la destrucción del equilibrio ecológico, deforestación, desigualdad social y el acceso al agua y lo invita a cuestionarse cómo reinventarse desde este momento. Punto de inflexión es el momento en que la curva de la estadística cambia de dirección. Y eso es lo que queremos enfatizar. Que es momento de cambiar paradigmas a través de la consciencia de nuestro estado actual abriendo caminos que busquen la unificación, la restitución, la regeneración como una forma de resistencia.
The Ant Project es un colectivo activista que busca interconectar horizontalmente a artistas, curadores y creadores de contenido, con el fin de lograr objetivos que serían inalcanzables para los individuos aislados.
La huella del Antropoceno se puede ver especialmente en la ecología. La humanidad, alterando su entorno, ha modificado las transformaciones importantes que presencian nuestra entrada en el Antropoceno: ciclos biogeoquímicos del agua, nitrógeno, carbono y fosfato que han estado bajo control humano en los últimos dos siglos. El cambio en el ciclo del agua continental ha sido masivo con el drenaje de la mitad de los humedales del planeta. Estas transformaciones han modificado sustancialmente los procesos de erosión y sedimentación, sin liberar a la mayoría de la humanidad de la inseguridad hídrica como se puede ver claramente en la Ciudad de México.
Hablar del Antropoceno es también hablar de raza. La firma del Antropoceno es la firma del racismo, la línea de color global inscrita en la historia de la tierra vista como geología. Lleva las huellas geológicas de la supremacía blanca, así como del despojo indígena. Es importante reconocer que mientras el término implica que todos somos parte de esta era, esto es incorrecto. En realidad, sólo algunos son los que han marcado al planeta, mientras somos todos los que tenemos que vivir con las consecuencias.
Al repensar el Antropoceno, esperamos que esto pueda crear espacios para contar otras historias y futuros. Los desafíos del Antropoceno requieren una visión diferenciada de la humanidad, no sólo en aras de la verdad histórica o para evaluar las responsabilidades del pasado, sino también para construir un mundo en el que no se culpe de todo a la gente común y corriente mientras se cometen los crímenes ecológicos. La riqueza de la humanidad y su capacidad de adaptación futura provienen de la diversidad de sus culturas, que son otros tantos experimentos sobre formas de habitar con dignidad la Tierra.